Thursday, May 24, 2007

Que comeremos... ahora???
La famosa consigna socialista que rezaba “el hombre por el hombre” refiriéndose a la explotación del hombre en beneficio del hombre mismo, será transformada a “la vida por el hombre” el día que se admita la ilimitada explotación de los recursos de la vida en beneficio del hombre, y yendo un poco mas lejos, en beneficio del comercio que beneficia a unos pocos hombres.
Que comeremos mañana? Es el titulo de una película que habla sobre la agricultura transgenica y su inclusión en el mercado, o mejor dicho, su dominio por el mercado.
Bird Flu es el titulo de un libro que advierte el peligro de las enfermedades virus generados y transmitidos de los animales de consumo humano a los hombres, a causa, principalmente, de la explotación de los mismos animales para consumo humano, y, una vez mas, el dominio del comercio y el mercado sobre los alimentos.
Y mas que preguntarnos sobre el mañana, deberíamos comenzar por preguntarnos que estamos comiendo hoy, que es lo que día a día consumimos y que es lo que día a día nos esta consumiendo.
A reserva del tinte “terrorista” del los capítulos revisados del libro, es necesario admitir que su contenido no solo resulta interesante, sino necesario para entender el proceso que la mano del hombre ha causado en su propia destrucción y en la efervescencia de esta nueva “era de enfermedades humanas” que, aunque tiene escasos 30 años ha causado ya miles y millones de muertes y enfermedades en distintos grados. Y por qué ahora? Podríamos preguntarnos, y la simple respuesta es “porque hemos cambiado la forma de vida de los animales”, la hemos (o la han) ajustado a lo que se considera son las necesidades del hombre y generado las condiciones propicias para el crecimiento y desarrollo de estas enfermedades, o para, como dice el mismo autor, “la venganza de los murciélagos”, los árboles (que ya no existen) y los animales que buscan sobrevivir a las condiciones equiparables con las de la Edad Media de hacinamiento, llegando entonces, a la destrucción. Y todo para qué? Pues para el mejoramiento del comercio, el mercado y la corta e indeseable vida de unos cuantos.
Así, solo me queda decir que la situación que el comercio desmedido y desmoralizado esta causando rebasa los limites de una simple mentada de madre, y se esta convirtiendo en un holocausto en potencia. A quien culpar entonces? A los productores? Los consumidores? Los organismos internacionales de comercio y libre mercado? O simplemente al sinismo, la desidia y desinformación que le está ganando terreno a la vida misma…

Thursday, May 10, 2007

CATEGORIAS PARA DEFINIR EL MUNDO: EL TIEMPO Y EL ESPACIO


El tiempo y el espacio son, como bien dicen los autores, desde categorías básicas que conocer en la primera educación, hasta elementos de discusión teórica en los círculos académicos. Y sin tener un claro consenso sobre su significado y definición, hay un acuerdo implícito en los individuos las sociedades y sus disciplinas de estudio, de que estos dos elementos están en nuestra vida, y no sólo eso, sino que son la base de su significación histórica y social en diversos ámbitos.

Las acepciones van, desde las más categóricas, como las de Braudel que presenta Wallerstein, hasta las más abstractas (más no irreales), como las de Castells. Pero de igual modo, hay un cierto consenso en que tanto el tiempo como el espacio, implican la acción social. Wallerstein retoma a Braudel en donde argumenta que el “tiempo fue una creación social”, mientras que a Castells “sólo le concierne el significado social de espacio y tiempo” (Castells, 1999: 409)

La categorización de Braudel, sin embargo no deja de ser un tanto limitada, en la medida en que su clasificación se refiere al tiempo como un “lapso” en el que suceden los acontecimientos sociales con los que se escribe la historia, de tal modo que la “historia es el relato del cambio social” (Wallerstein, 1998: 152). Este tiempo al que se refiere puede ser corto (historia de los acontecimientos), mediano (coyuntural, “cíclica”) y de largo plazo (estructural), a lo que luego le suma el tiempo muy largo que es “el tiempo de los sabios”. Wallerstein suma a la categorización de Braudel la noción de espacio, dado que en la del mismo autor no aparece, dando con ello el título de TiempoEspacio a ese mismo “momento-lugar” en el que ocurren los sucesos, incluyendo en el mismo concepto, la igual importancia a estos dos aspectos.

A este TiempoEsapcio de los historiadores y los científicos sociales, Wallerstein propone agregar el TiempoEsapcio que él nombra transformacional y que se refiere de los teólogos: el kairos que se contrapone al tiempo cronológico, y que se refiere más a la “calidad” del tiempo en donde cabe la elección humana, el libre albedrío.

Por la otra parte está la distinción de Castells, ya que él, a diferencia del anterior autor, considera que el tiempo y el espacio son categorías independientes, aunque siempre van de la mano y se relacionan de tal forma que el “espacio organiza al tiempo en la sociedad red” (Castells, 1999: 410). Para este autor, a diferencia de muchos otros, el mundo y la vida que hay dentro de él, no se organiza según el “lugar” (incluso hace una diferencia muy clara entre lugar y espacio, argumentando que la primera “es una localidad cuya forma, función y significado se contienen dentro de las fronteras de la contigüidad física” (Ibíd.., 457), pero que estos no necesariamente son socialmente interactivos) en el que estamos, o el “tiempo” en el que vivimos, sino en los flujos que en este gran espacio existen en constante interacción. Es decir, para él, el espacio es aquel “lugar” socialmente significado, y en esta sociedad red, ese espacio es en donde se genera conocimiento y los flujos de información, de tal forma que sólo hay algunos espacios centrales o nodales desde donde van y a donde llegan los flujos de la sociedad, generando un espacio que puede entenderse como un “proceso” de intercambio que afecta tanto la vida comercial, política, como cotidiana de las personas.

El tiempo, por su parte, es también un proceso de variable valor y “tiempo” (lineal, cronológico), que da sentido y al cual se le da sentido en la misma dinámica de flujo de la sociedad red, de tal forma que hay una importante diversificación del tiempo, por ejemplo, laboral según la empresa, la red, el puesto de trabajo, etc., lo mismo sucede con el tiempo de “vida” que depende de las actividades o roles que se jueguen en el mundo-sociedad red, rompiendo así con la ritmicidad “tanto biológica como social, asociada a la noción de un ciclo vital” (Ibíd., 480), retando incluso, al tiempo que la misma muerte había delimitado.

Es así que sin poder definir bien a bien estas dos nociones, está claro que son elementos vitales en la vida moderna y en la misma historia de la sociedad, ¿cómo afecta a nuestras vidas? ¿cómo los afectamos nosotros a ellos?


Castells, Manuel (1999), La era de la información. Economía, sociedad y cultura, vol. I, S. XXI

Wallerstein, I. (1998), “el invento de las realidades del tiempoespaco: hacia una comprensión de nuestros sistemas históricos” en Impensar las ciencias sociales, México, s. XXI